No puedo hablarte nada hoy
Que no sea un fino hilo de sangre corriendo por mi boca.
El poema me escribe en la noche
Me desdibuja, esparcida en espirales
deforme.
Pero me reconozco como mía.
No entiendes que a cada palabra que digo
se me va un poco la vida.
Me estoy hiriendo de muerte.