jueves, 30 de junio de 2011

El amor no tiene solo amor

Albergo un amor
Aquí
Dentro
No en el corazón
Ni en la cabeza
Ni en los dedos
No tiene un
Punto concreto.
Guardo un amor
Aquí
En el cielo
Cargado de perdón
Para quien falta
Bordado con razón
Para el que divaga
Tejido con sentimiento,
Con hielo y con dolor
Para quien ama.
Porque el amor
No siempre aclara
A veces arde en las entrañas
Y quema tanto
Que el frío con el que
Nos cubrimos
No aguanta.
Mantas
Que tapan
El amor
Que aguarda
En esta cama.

Albergo un amor
Sin rostro, ni cara
Es más el deseo
Es la convicción
De que existe un amor
Que se equilibra en la balanza
De la vida que se alcanza
Tras los versos que se escriben
En sangrantes madrugadas.

Confío en un amor
Que no cuestione nada
Que no crea que funciona
Solo por ser casa
Que no piense que no acaba.
Albergo un amor
Que todo lo puede
Y que no puede nada
Que todo lo sabe
Que aprende a calzadas
Que respira en la orilla
Y que se ahoga en la tierra
Que eleva sus brazos
Que cansa de darlos.

Albergo un amor
Que no busco
Un amor
Que siempre sepa
Que el amor
No solo consiste
En el amor
Sino en miles de querencias,
Penitencias,
Sacrificios,
Equilibrios,
Y que llena
Sobre todo
Que llena.
Albergo un amor
A mi alma gemela.

Conociendo a mi desconocida

Mi desconocida actúa, porque se llena el alma en escenarios. Y en la risa que provoca elude el llanto. Y en la felicidad que desprende encuentra el rato del momento de ser feliz como un encuentro.
Mi desconocida actúa, con las ganas de salir al escenario, de mirar de frente al público, de no tener miedo al cansancio, de saber que lo que hace y lo que dice provocará el deseo exacto.
Mi desconocida actúa, de forma constante, porque es el motivo, la razón y el abismo de su estar en el mundo, de su respirar tranquilo.
Y cuando baja al patio de butacas, cuando abandona el escenario y se funde entre la gente, y se envuelve entre la masa, y se sienta junto al público, no deja de actuar, no se quita la máscara, no cesa su movimiento de representación atento, estudiado, trabajado, formado y espontáneo al mismo tiempo. No. Mi desconocida interpreta un papel que ha escrito para sí, una obra que ha inventado en el vivir, un personaje que no para de reír.
Mi desconocida actúa, y solo a mí me deja ver cuando cesa su labor de actriz. Por eso yo, entre ese público sentado, que contempla su vida en aquel escenario, interviniendo en ella solo con aplausos, la veo de pie, entre la gente, y ya no es masa ni actriz que interpreta, es persona que vive, que se mueve, que sufre y que siente, y me lo cuenta en esas tardes que quisiera hacer eternas.

Las vistas que no veo

Las vistas que no veo
Son de alma y de cartón,
De puro cielo
Rompiendo el techo
Y su cascarón.
Como cuando nace un lienzo
De los pelos del pintor.

Las vistas que no veo
Son pura equivocación,
Ilusiones que no tengo
Y dolor
Sobre todo
Dolor.
Y el silencio enmudecido
Cobra brío
Gana altura
Siempre encima
De las vidas
Que hacen tanto, tanto ruido.

¡Qué miedo,
Qué miedo
Que tienen las almas,
Las almas cansadas,
De quedarse calladas
De escucharse en palabras
De conocerse, asustadas!
¡Qué miedo,
Qué miedo da
Esta soledad
Que aparece
Y se queda
Y persigue
Al poeta
Que escribe
Los versos
Más tristes!
No para
No cesa
No avanza.

No avanzo.

No avanzo en mi poema.

Las vistas que no veo
Son las obras que no he escrito.
Las que nadie lee
Las que nadie aprecia
Las que nadie nada.
Con nadie nada
Con nadie nada estoy
Viendo
Estas vistas que no veo
De alma y de cartón.

Las vistas que no veo
Son las cosas que no aprecio
De la vida
De mi tiempo.
Las paredes que me acogen
Me quemarán, entero
El desconsuelo
La ilusión
Que se perdió,
Que se perdió hace tiempo.
El corazón
Pintado de aprendices
Entiende sus matices
Cuando toca así el dolor.
Y el dolor despunta el alba
Llega a su zenit
A la cima más alta
Y empieza y no acaba
Y no acaba y se queda
Se queda y no llega
A marcharse en volandas.
Volar, cuánto y qué miedo
Da volar
Si no se sabe el rumbo
Si empieza a despegar.
No más.

Las vistas que no veo
Son tus vistas
Son tus ojos
Cansados de mirar
Lo que no se mira,
Agotados de explorar
Lo que nunca intriga,
Amados sin llorar,
Nublados en diván
De consultas movedizas.

Las vistas que no veo
No son más
Que sentimientos que poseo
Y que se van
Porque tener algo es no tenerlo
Y el desengaño cuanto más
Se hace menos
Y el viento ya sopla
Y me hace cambiar
De dirección, de sentimiento
Y de poema
Sin saber
Que las vistas que no veo
Siempre son
Las que se rompen en el suelo.

Estoy hecha de fragmentos.

miércoles, 29 de junio de 2011

Mi vida no es la misma

Mi vida no es la misma
Desde tu marcha
Es como si el mundo
Dejase de girar
Como si todo cesase
Como si nada funcionara ya.
Mi vida no es la misma
Desde que te vas
Porque las flores marchitan
Porque mis ojos son sal,
Hay fuego en mis venas
Y el alma me quema
Y el frío me pesa.
Mi vida no es la misma
Y tengo miedo
De lo que termina.
De no escuchar tu risa
Más

Estaba

Echo de menos
lo que antes estaba,
lejos y estaba,
siempre y estaba,
tiempo y estaba,
fresco y estaba
tiento y estaba
aliento y estaba,
y estaba, y estaba
y duraba y estaba
y no acababa, y no acababa.

Echo de menos lo que nunca volverá.
Como cuando dijeron que el yayo no volvía más.

Es verdad

Es verdad,
Me ha sorprendido mi sorpresa.
Es real,
Me ha inundado la tristeza.
Ha sido
Como
Casi como
Si algo se hubiese
Lentamente roto
Y se hubiese clavado
Cerca, muy cerca
Del motivo
Más nocivo
Destructivo
Del sentido
De la vida.

Es verdad,
Me ha sorprendido este dolor
Pero está
Junto a
Dos lágrimas
Que ya corren
Dejando sal
Entre esos detalles
Que tan bien te sabes.

Es verdad, es verdad
No esperaba este final
No esperaba
En realidad
Nada
Porque nunca espero esperar
Nada
Que no pueda realizar.

Es verdad
He llorado tu ausencia
Me ha entristecido tu marcha
He anhelado presencias
Que no vendrán,
Que no vendrán.

Es verdad, es verdad
Lo que he perdido
Lo he llegado a valorar.
Es esto
Igual de cierto
Que el hecho
De que amar
Es desear
Lo que se tiene,
Desear
Lo que se tiene,
Y nada más.

Y llega lo que se va

Y llega el sabor de las cosas que terminan. Sin saber exactamente la razón, nunca definida. Llega otra vez ese olor de lo que acaba, de lo que se desliza, sin conocer con certeza el motivo de la huida. Era el calor de verano tal vez quien rompió nuestros labios, que la primavera trajo, que incendiará el agosto nunca fundado. Que enfriará el invierno de países extranjeros. Que quemará el recuerdo, marchito, del momento.
Y llega el dolor de las cosas que terminan, de las personas que se marchan y sus despedidas. La culpa no fue, esta vez no fue, del amor que se iba, sino al revés, que el amor no venía y yo no encontraba salida. Otra vez ese color de las cosas que se van, de las horas amargas, de las palabras escritas en la madrugada. Otra vez ese calor, ese ardor que sube por el cuello, la garganta, el esófago y el corazón. Otra vez, otra vez lágrimas derramadas por sentimientos que no llego a comprender, por las faltas de lo nunca sucedido, por los recuerdos de tu abrigo. Otra vez esta sensación de vacío.
Y en el sabor amargo de tu despedida gritaré perdón mil veces, mil veces perdón, amor, por poder romper la lluvia con los labios pero no encontrar valor para entender mi corazón.

martes, 28 de junio de 2011

Fragmento

¿Siempre has sido así? ¿Cómo eras antes de conocerme? Dime que serás más feliz cuando me marche. Dime que has aprendido de mí el no necesitarme. Dime que ya no estás para olvidarte. Dime que no me quieres para poder empezar a respirar. Sí, así, he estado conteniendo el aliento este tiempo para que ni un soplo de bocanada de aire de mi boca despeinara tu ánimo. Pero las fuerzas se deslizan, elegantes, entre las comisuras de los labios y ahora solo quiero que no mires más mi aliento, que no me mires. Que no quieras, que no sientas. Y el motivo es que lo que ansiamos ver en el otro es lo que queremos para nosotros. Vacío, frío, abismo. Eso quiero en mí y eso busco en ti. Dime que antes de conocerme eras mejor y lo serás cuando me marche. Porque no puedo vivir en destrucción constante. No puedo jugar a que soy aire, a que no destruyo lo que toco, a que no peso en la vida de los otros.

lunes, 27 de junio de 2011

No creo que pueda

No creo que pueda
Mirarte a los ojos
Si pienso que todo
Lo hago con rojos
Labios que me llaman.
No creo que pueda
Besarlos si quiera
Buscarlos tan solo
En la ausencia más negra.

No creo que pueda
Bucear en tus ojos
Si entiendo que solo
Se abren a tu antojo
Se pliegan más tarde
Me obligan a andarte
Muy cerca del tiempo
Que corre,
Que vuela.

No creo que pueda
Estar nunca cerca
Del sol que me quema,
Del miedo que rueda.
Ni puedo si quiera
Volver a buscarte
Si pienso en el daño
Que habré de darte.

No intento correr
Pero el camino
Dibuja un abismo
Hábil y rápido
Largo y a trazos
Y yo tengo
Tengo que seguirlo.
Porque voy a estar
Muy siempre conmigo.

Ya no se habla de ti

Ya no se habla de ti
en las reuniones familiares,
ya no se dice tu nombre
porque no duele o porque si,
a mi sí,
a mi me duele.
No se habla de ti,
ni se recuerda,
ni se comparte,
solo se calla
y se enmudece,
se hacen que pasen
las horas, las palabras,
las conversaciones.
Y se hace presente tu ausencia,
y se hace visible que faltas,
te extraña
la gente que de ti no habla.

Ya no se habla de ti.

Hoy hacía nueve meses de tu marcha
y se ha ido hoy también el pez
que me regaló esa persona
de la que tampoco se habla.

Nos han visto

Nos han visto
abrazadas
de la mano
y entre ojos
de miradas
que se clavan
como espinas
ha sonado un nuestro
simple beso.

Nos han visto
pero luego
todo
se lo ha llevado el viento,
todo,
menos ese beso.

Otra vez tu don

Me pica la herida
quizá si me duele,
tal vez sí te quiero.
Pero no me lo creo.

Me escuece la boca
me arde la antorcha
de mi cara, de la roca
que es mi alma.
Y creo que no,
que ya no te quiero.
Es solo ese don
tuyo, es ese primero
de matarme mil veces
y dejarme en el suelo,
de incendiarme con frases,
de robarme los sueños.

Noticia

Te has ido lejos a empezar
lo que quizá
soñabas
cuando me abrazabas.
Te has ido a vivir
donde no pueda verte
para ser feliz,
condenada a extrañarte.
Te has ido lejos
muy, muy lejos
sin despedirte de mí,
sin decir adiós a nuestro patio.

jueves, 23 de junio de 2011

Movimiento de lo inmóvil

Hemos llegado al nivel más hondo de las cosas, a ver el lado más poético de las situaciones, a traducir en palabras los gestos, en crítica los argumentos, en motor de cambio la desesperanza, en movimiento lo inamovible, lo dado, lo inmanente.
Hemos llegado al nivel más hondo de las cosas, a lo más profundo, a lo subterráneo. A ver lo que nadie, a sentir lo que no se puede. Y hemos llegado tan, tan, tan, tan lejos, sobrepasando el límite de lo establecido, de lo fáctico, de lo común, de lo sentido… que todo lo demás está vacío. Y cualquier otra mirada, cualquier opinión, cualquier palabra, sentimiento, situación o hazaña está condicionada, está construida con lo inmediato, con lo sencillo, con lo fácil, con lo superfluo, con la superficie.
Y no es contingente. No es en absoluto contingente.
Los que hemos atravesado esa superficie vana nos quedaremos en el fondo, siempre, siempre, siempre. Y estamos condenados a sentir un inmenso vacío alrededor, como un infierno frío, como un abismo que nos separa del exterior.
Porque hemos llegado al nivel más hondo de las cosas, y otros no.

lunes, 20 de junio de 2011

Habitación de hospital

Las paredes eran
Tan blancas como el suelo
Como tu cara,
Como las sábanas.
Los pasillos se alargaban,
Y al llegar a tu puerta
Me recorrió
El miedo,
La impaciencia,
El terror
Amargo,
La certeza
Del sabor
De los momentos
Que ya llegan
Que ya llegan.

Qué habitación
Más triste
Donde fuiste a cerrar
Tus ojos
Y a dormirte.

Al acercarme
Respiraste débil
Sin moverte
Y sin girarte
Y sin vivirte.

Allí,
Al pie
De tu maltrecha
Estrecha
Inmunda
Insulsa
Inhumana cama
Otra sensación
Me recorrió.
La de mirar
En desaparición
A esas personas
Que se van,
Que se van.

Y bebí
De aquel aliento
Que exhalabas con esfuerzo,
Al que ayudaban
Unas máquinas.
Y deslicé
Mi mirada por esos
Tubos que te rodeaban
Y agarré tu mano
Fuerte, dudando
Para estirarla
Para traerte
De vuelta a casa.

Las paredes eran blancas.

El río de casa

El río de casa
siempre ha sido marrón.
Yo lo observo mucho
por la ventana.

Recuerdo que un día
se desbordó.

También alguien se cayó
pero el agua llegaba
por los tobillos del pantalón
y hacía calor.

Los árboles del río
beben el agua marrón.
Cuánto, cuánto
quiero al hilo mío
que me ha visto
contemplando su color.

El río de casa
oculta mucho en su interior.

El día que me vaya
guardaré en un frasco
el marrón de sus aguas.

Sonidos de rueda

Se oye un llanto,
el quejido
de un bebé
y el maullido
amargo
de un gato.
Gato negro ha de ser.

Ahora, de pronto, silencio.
Es tarde, deben ser
ya más de las tres
y duermen
siete vidas y dos pies.

Lo que queda

Alerta de trompeta,
viva suerte.

La tormenta ya ha pasado
y trae el sabor
de los árboles descalzos.
Huele a tierra,
a corazón
y a charco.

Escena

Una niña con dos trenzas
corre mucho y siempre a tientas,
con dos lazos desinflados
que salen de sus coletas.

Una niña con sonrisas
de arcoíris, con heridas
que se hace siempre al jugar
en las dos de sus rodillas.

Una niña sin muñeca
luce flor con una mueca
y su abuelo desde el banco piensa:
¡qué preciosa que es mi nieta!

Y otra niña allá se acerca
para jugar a que se encuentran

Una carta

Escríbeme
con tu mirada
una carta,
carta vana.
Y léeme
con tu juego de palabras.

Esta vez
que no se escape nada.

Lo diremos
muy bajito, sin oírlo
y contaremos hasta diez
como cuando éramos niños.

Un avión
de papel para huirnos,
de esos que yo
no aprendía nunca a hacer.

¿Te acuerdas
cuánto me enfadaba sin querer?

Escríbeme
una carta donde estés.
Constrúyeme
un castillo igual que ayer,
y después
ve al Moncayo
y búscame.

Jugaremos a ser nubes
y a no saber, a no saber.

El patio de mi infancia

El patio de mi casa
tiene bancos blancos,
una plaza y dos entradas.
Alrededor
le miran las ventanas.

El patio de mi infancia
está solo y no lo aguanta.
Quiere que vuelva con Blanca
a jugar por las mañanas.

Hoy he pasado por el patio,
al mirarlo no he entrado.
Está tan solo que parece otro.

Una flor

Una flor
pongo yo en tu pelo.
Un terrón
de azúcar en tus dedos.
Un señor
que porta un sombrero
y la razón
de poeta al descubierto.

Una flor
pongo yo en tu sueño.
Que no hay Dios,
ni Cupido, ni Morfeo.
Cuéntalos.
Pétalos en tu cuerpo
hay dos
que he puesto en tu vuelo.

Una flor
pongo yo en tu duelo
y que el dolor
se alivie en tu recuerdo.

Te pido perdón
por el último verso:
Una flor, para una flor.

Que lo escriba el poeta

Lo han robado,
es cierto,
es cierto.

Ni el alma,
ni el perdón,
ni el sentimiento
residen ya en el corazón.

No sé dónde está dispuesto
pero aquí
ya no hay más que un hueco.

Lo han robado,
es cierto,
es cierto.
Ni la pureza,
ni la razón,
ni el pensamiento
están en la cabeza.

Para dónde está ya no hay respuesta
pero aquí
ya no hay mente que la entienda.

Es verdad,
todo al revés.

Ni en el cuerpo piel,
ni en la boca lengua,
ni en las piernas pies.

Habrá que inventar
el mundo otra vez.

¡Que lo escriba el poeta!

No hay calor

No hay calor.
Solo hay
un ambiente denso,
pegajoso, intenso
que se adhiere
a tus ojos.
Que me enreden
tus dos rojos
labios, que se queden
encendidas
los colores
tus mejillas.

No hay calor,
solo hay
dos
cuerpos y una cama,
tres alientos
y dos almas.

Tampoco hay luz.

Solo hay
un halo de fuego
que brota en tu pecho
y sube en ascensor
a mis manos y a mis dedos,
que juega alrededor.

No hay calor,
¡ay!
No hay calor.

Se oye la tormenta

Se oye la tormenta,
va descalza,
va cansada,
desde la escalera.

Se oye la tormenta,
la de dentro
y la de fuera.
Ni un lamento
de las almas,
de su rabia.

Se oye la tormenta,
está muy cerca.

Y la tormenta ya se aleja
muy despacio, no hace ruido.
Cerramos los ojos al pensar
agradecidos
que la tormenta no ha venido.

domingo, 19 de junio de 2011

Necesito de ti

Necesito cariños de los tuyos,
de los que salvan.
De los que me calman y me abrazan.
Quiero besos de esos grandes, que encajan,
que representan
todo lo bueno de este mundo.

Necesito tus cielos porque a veces
me sorprendo
llorando
pensando
en las cosas malas,
en cuando te vayas.

Por la noche me escuecen
las heridas
y me sangran.
Crecen más espinas.

Si tú no estás
solo llanto.

Quiero que estés a mi lado.
Y cuando venga el miedo aplacarlo.

Necesito tus tesoros si soy débil,
para hacerme fuerte,
y cuando soy fuerte
para sentir en mi vida tu suerte.

Y necesito
sobre todo,
sobre todo sobre todo
tu humanismo, tu voz noble
tu lealtad, el eterno brazo
que me tiendes
para no romperme en pedazos.

Necesito tu piel, tus ojos, tus trazos.
Tu aliento, tu ropa, tu sed.
Tus fogonazos.
Necesito el fuego a beber,
tu cuello a morder,
tu mano a correr.

Necesito tanto,
tanto de ti
que no sé cómo parar de escribir.

Cuando me voy lejos

He estado lejos estos días.
Donde tú no me veías.
Me has dejado
pasearme descalza
sin medida.

He observado otros mundos,
he admirado otras mentes,
he aprendido a pensar
más de mil veces.

He estado lejos este tiempo,
donde no pudieras verme.
Buscaba perderme,
desconocerme,olvidarme...
porque me cansaba de mí,
porque me agotaba sentir.

Y qué miedo, qué miedo
he pasado pensando
en poder hacerte daño.

Que no nos acoja nunca el llanto
Que yo vivo si te hago feliz.

He estado lejos, muy lejos de ti.
No sé por qué, no sé a qué fin.
Pero he sabido
que me moría de ganas por verte reír.

Si me vuelvo a ir
será muy alto.
Ven, tira de mí.
Que en el cielo siempre pierdo
y corro el riesgo
de morir.

Y en el descenso, Sara, en el descenso
Solo sabré verte a ti.

Lo que a mí de ti

Te echo de menos más
de lo que puedo decir.
Porque el aliento
se vuelve lento
como el tiempo
que no pasa
y como el viento
que no arrastra.

Te echo de menos.

Las nubes no llueven
ni el árbol florece.

A la rosa el tallo,
al abril su mayo,
al perfil su trazo,
al candíl su halo,
y al jazmín su rastro
le faltan siempre
lo que a mi de ti
cuando te extraño.

sábado, 18 de junio de 2011

Mi ilusa ilusión

¡Mi ilusa ilusión!
¡Mis ilusiones vanas!
¡Mis esperanzas fatuas!

Cuánta ilusión
siempre por nada.
Cuántos excesos
siempre de ganas.

¡Mi ilusa ilusión!

Cuántos planes,
cuántas horas diseñadas
cuánta noche
para leche derramada.

Mi ilusa ilusión,
mi visión ciega,
mi sedienta soledad,
mi soledad sin tregua.
Cuántos aferros
y huidas
y cuerdas.

Mi ilusa ilusión.
Mucho riesgo
y poco sol.
Tanto hielo,
sin calor.
Mucho miedo,
mucho siento,
y nada doy.

Mi ilusa ilusión
me ilustra
de lo ilusa que soy.

Luz

Me has deslumbrado
y no acierto
con claridad
a mover mis gestos.
Me has deslumbrado
y no veo.

Entre tanta luz
siento el miedo.
Estoy echando de más
lo que echaba de menos
y ni siquiera estás.
Vete de recuerdos
ya.

viernes, 17 de junio de 2011

Almas gemelas

Almas gemelas
Cosidas con trenzas
Se encuentran en frescas
Aguas de esferas.
Almas gemelas
Que miran las cuencas
De los ojos de ciertas
Coincidencias perfectas.

Almas gemelas
Unidas por fuentes
Que brota la suerte
Del ánimo fuerte.
Almas gemelas
Que avisan con tiempo
Del mar del asedio
Con brisa de tiento.

Almas gemelas
Cosidas con trenzas
Se alegran, se alegran
De hallarse en parejas.

Moviendo el aire

Mi desconocida
Siempre sabe
Sabe siempre
Qué voy a decir
Si muevo el aire.

Empiezo a nadar
Al mirar
Y empiezo a escribir
Al dormir.

Mi desconocida
Suele hablarme
De sus palabras,
De sus planes
Y yo quiero que me trace,
Y yo quiero que me lleve
Y que me salve.

Sigo nadando si miro,
Sigo esperando el abismo.

Mi desconocida
Empieza a conocerme:
Ella es yo
Y yo soy nadie.

Pero movemos el aire
En las agostas tardes.

Sur después de Norte

Que no me busque todavía el sur
Aún hay algo que me ata al norte
Que alude al horizonte
De mis brazos fuertes
De penumbras cortes.

Que no me busque todavía el sur
Que la sombra precede al sol
A la sonrisa el dolor
Y a tu amor mi corazón.

Que no me busque,
Que no me busque todavía el sur.
La lluvia no ha caído, porque
El frío no me ha herido, porque
El vacío se ha teñido, porque
Y porque yo quiero siempre el norte.

Que no me busque todavía el sur.
Me quedo aquí, arriba, al frente
De mi batalla de barco en el valle
De mi piragua en el río de bosque
De mi Pilar y mi Ebro y mi norte.

Que no me busque todavía el sur
Que voy siempre yo antes
De lo que nunca fuiste tú.

Daña la araña

Daña
La mañana.
Por mi cara
Ocho patas
Cosquilleo
De silencio
Que asalta
Madrugada.

Daña
La araña
El tejido
Que cose
Entre la cama
Que sube
Siempre lenta
En la garganta.

Daña
El daño
Del año
Si araño.

La araña
Sin garras
Araña
La espalda.

Daña
La araña
Tejiendo los hilos
Donde he caído
A muy pocos trazos.

¡Y que no quede nada!

Escribo
Palabras
De escarcha
¡Y que no quede nada!

Que no quede
Ni el aliento
Que tomaré al inspirar
Si es que quiero
Si es que vuelvo a respirar.

Que no quede
Ni el momento
De dormir, ni el desvelo
Del desaliento fútil
Del deseo vano
Del lo siento vago
Infantil
Inútil.

Que no quede
Ni el instante baladí
De la boca sin carmín
Con saliva de jazmín
Con sombrero de arlequín.

Escribo
Palabras
De ratas
¡Y que no quede nada!

Que no quede
Sin escribir
Nada
De lo que no me quema
Y lo que sí.

Que me deshaga en palabras
Que no venga mañana
Que destape mi alma
¡Y que no quede nada!

Que no quede nada sin decir
En este silencio
Escrito para mí.

Ardió el cielo

Ardió el cielo
Con las llamas
De las noches
Que no pasan.
Combustión
Incombustible
Del silencio
De miradas.

Ardió el cielo
Con las nubes
Firmamento
Claro y simple
Caos que ordena
Las mañanas.

Ardió mi corazón
En la noche fatua
Que pedía perdón
Y nadie lo oyó.

El dolor
Es
Un clavo
Afilado
Que te envuelve,
Un anzuelo
Que se engancha,
Una espina
Que se ensancha,
Una espada
De preciosa
Y roja plata.

Y el dolor
Me atraviesa el corazón
De sol a sol.

Salí volando

Esta tarde el viento
Cesó entre las ramas
De soplar de mi alma
Y salí volando.

Andando
El aire
Se va
Junto a tus pasos.

Esta tarde el viento
Paró denso
El movimiento
Del batir de hojas
Como plumas
Que vuelan
Planean
De pájaros
Y yo
Salí volando.

Flotando
El aire
Se hunde
Como tus labios.

Esta tarde el viento
De calma
De ojos
Mares
Quedó en silencio.
Y yo he volado
Hacia tu encuentro.

Se han perdido

Se han perdido los pasos
Se han caído los frascos
De los rastros
Del carmín
De la prenda
De tus labios.

Se han roto en fragmentos
Los corazones y silencios.
Personajes de esperpento
Vienen siempre a mí
Cuando ya estás lejos.

Han ardido los caminos
De tu cama en remolinos
De la almohada en torbellinos
De los ciclos de los siglos
De tu pelo el desconsuelo
De las horas nunca largas
que no pasan.
Entre mis siempre, por siempre,
Eternas frías sábanas.

Se han perdido los pasos
De los cielos incendiados
De los avisos de trompeta
De los miedos al fracaso.

Me han robado el sueño

Me han robado el sueño
las palabras
ya no duermo
nunca
y no es mi culpa.

Me han robado el sueño
Las letras, los versos
Las pausas, los retos
Solo vivo para ellos.

Me han robado el sueño
Las palabras
El amor la poesía
El corazón las simples rimas
Y yo escribo
De mi alma los huecos
Hasta que me lleve el viento.

Un,oh, un corazón

Exclamando me he encontrado
Un, oh, un corazón
Desbocado
Y sin freno, ni infierno, ni adiós.
Que pide perdón,
Amor, perdón
Perdón del bueno
Amor del malo
Del que no es puro
Y se ha asfixiado.

Exclamando me he encontrado
Un, oh, un corazón
Que se erguía encharcado
Aun reía, oh de sangre
De maleza, de arbustos
Sonreía
De aire
Y decía que sí,
A todo que sí,
Después moría,
moría feliz.

Exclamando me he encontrado
Un, oh, un corazón
Sincero, inseguro
Caliente,
Pendenciero,
Rodeado de un muro.
Que no piensa y solo hace
Hace daño y siempre vuelve
Vuelve tarde junto a nadie
Y nadie sale ya a buscarle.

Exclamando me he encontrado
Un, oh, un corazón
Nunca rojo
Perfilado
Con heridas, y cosido
Con saliva.

Un corazón
Que no parecía uno
Porque sufría por dos.

Noche de paso

Noche de paso
Se ha colado
Por la ventana,
¡No hay forma de espantarlo!

Noche de raso
Sin alma que abrigue
Sin mirada que cubra
La herida que extingue.

Noche de peso
De nada, de beso
de mueca y de incienso.
De rosa y de viento.

Noche de paso
Se ha colado
En esta hora nunca sola
Nunca a oscuras,
Nunca nada
Nunca nunca.

No hay forma
Para la norma
Ni sombra
Para la honra.
Borra
La noche de paso
Los pasos
Del pasado
Y roba
Las palabras
Que he dejado.

Sin

Ya no voy
Mas que en pasado.
Ya no soy
Si no es a tramos.
Ya no estoy
A largos tragos.
Y la noche
Que cae
Con peso de plomo
Con bruma que abruma
Con pluma, sin tomo
Me deja
Sin aire,
Sin vida,
Sin nadie.

Desde el agotamiento

Desde el agotamiento
Se cierran
Los
Pesados
Inacabables
Ojos.
El aliento
Cabe
Donde empiezan
Las pestañas.
El silencio
Abre
Los párpados montaña.

Desde el agotamiento
Corren
Las sangres de las venas
De la tripa y las entrañas,
Y los perfiles
De los cuerpos
Van quedando muertos.

Cuántas noches
En una sola
Cuántas fauces
En una boca
Cuántas lágrimas
En una cuenca
De esos ojos
Que se cierran.

Desde el agotamiento
El silencio
Da vueltas,
Y más vueltas
Y no encuentra
El momento
De aliviar sus fuerzas.

martes, 14 de junio de 2011

Tus labios

Tus labios
yo quiero,
yo quiero
tus labios.
Ansían los míos
volver a rozarlos.

De tus labios
yo anhelo el momento
de su pasear
por mi cara
su sendero
hasta llegar
a mi boca
y que suene un beso.
Que sople el viento

y se lleve
mis poemas,mi tiempo
pero que te deje,
que deje tus labios
atentos
al movimiento
de los míos ciertos.

Tus labios
yo quiero,
yo quiero
tus labios.

Si no me los das
tendré que robarlos.

lunes, 13 de junio de 2011

De tu mano

De tu mano
Me he agarrado
Y hemos visto el mundo
Paseando
Y al volver
Solo un segundo
A la esfera de tus ojos
Miles, todos
El mundo ya era tuyo
Tuyo, tuyo.

De tu mano
Me he aferrado
Y hemos visto el tiempo
Deslizando
Y al girar
En un instante
A la parcela del presente
El tiempo ya era tuyo
Tuyo, tuyo

Y lo has parado
Para besarme.

De tu mano me he agarrado,
Para andar, y respirar,
seguir de frente,
Y ahora que estoy
Entre tus dedos enlazada
No pienso soltarme.

De tu mano enredada
He sabido
Que eras tú lo que buscaba.

De tu mano
Me he agarrado
Y recordando
Me he pensado
Y me he visto a tu lado,
Y ahora soy
Tuya, tuya
Toda tuya
Y me llevas flotando entre tus brazos.

Tardes

Corre el aire
Luz
Calor
En esta terraza inerme
El viento en la habitación
Ha parado de repente
En su afuera una voz:
Reproche incoherente.

Corre el aire
Luz
Calor
En esta terraza inerme.
Quiero que estés aquí
Y que te quedes para siempre.

viernes, 10 de junio de 2011

Me has llenado el corazón

Mírame a trasluz
De esta hora detenida.
En mis ojos dos pupilas
Que intentan leer tu sonrisa,
En tus gestos ese beso
Que te he dado a escondidas.
En la vela rala de la noche,
En el tenue fuego fatuo ya candente,
Se esconde el amor de mi vida.

Mírame a trasluz,
Mírame en la sombra,
Entre el contorno
De tu cuerpo, en torno
A tus besos todos.

Mírame,
Yo no puedo verme.
Ya no hay luz
Ni ojos que contemplen.

Mírame,
En este estado indescriptible
Me has llenado el corazón
De todo lo bueno,
Y has sacado lo peor
Para que no entre.
Mírame, mírame
Me has llenado el corazón
De lo que tú tenías
Y yo no.

Por eso ahora
Soy una niña
De ojos grandes
que te mira
A trasluz,
En esta hora detenida.

Me has llenado el corazón,
Y te lo doy.

Hoy es un día grande

Hoy es un día grande
Como las nubes que lo cubren
Como el cielo que se esfuerza
Por asomar entre la bruma
Como la espuma
Que en mi cabeza
Lentamente sube.

Hoy es un día grande
y me hace verme pequeña
Tan pequeña como soy
Siempre que te siento cerca.

Hoy es un día grande
Y quiero volar
Al centro de tus ojos
Y al portal
de tus labios rojos
y al entrar
Meterme en tu cama
Para dormir abrazadas
Y raptar
tus gestos, tus miradas
cuando van descalzas.

Hoy es un día grande
Porque voy a verte.
Pequeña carita de niña,
Preciosa sonrisa valiente.

miércoles, 8 de junio de 2011

Haces que no existan las palabras
Para describir
Lo que me haces volver a sentir,
Lo que intento por verte reír,
Ni cuánto me haces feliz.

Desde que tú estás

Desde que tú estás
El mundo tiene sentido.
No necesito el abrigo
De besos desconocidos
Que se van
Cuando la noche se ha extinguido.

Desde que tú estás
No me escondo del silencio
Que queda al volver a casa
Después de cualquier bar.
Ni tengo miedo del reflejo
Que me mira en el espejo
Y no ve ya la soledad.

Desde que tú estás
No le temo al camino
Que se extiende sin final
Como si fuese un abismo,
Porque camino contigo.

Desde que tú estás
Ni huyo, ni pienso
En parar el tiempo
Ni en dejar de respirar.

Desde que tú estás sonrío de verdad.

Desde que tú estás
Has curado mis heridas,
Has cerrado puertas
Que no abrirán jamás.
Has vuelto mi vida llena
Mi alma completa
Y mi confianza eterna.
Me has salvado
De mi promesa
De amar a la tristeza.

Desde que tú estás
El mundo tiene sentido.
Si no hubieses venido
Me habría muerto del frío.

lunes, 6 de junio de 2011

Saradorable

Y he afirmado,
Argumentando,
Un hecho indiscutible,
Una premisa irrepetible
De la que parto
Siempre
Para extrañarte:
Eres adorable.

Eres adorable por tus gestos,
Por tus labios en mi tripa
Y en mi cuello tus cosquillas.
Por cómo me miras,
Por cuánto me cuidas.

Eres adorable por la noche,
Cuando obligas a dormirme
Aunque yo quiera mirarte.
Eres adorable al despertarte.

Eres adorable en cualquier parte,
En mi cama y en el parque
En un banco del estanque.

Eres adorable
Porque tienes
Una cara al enfadarte,
Otra siempre que me mientes,
Y una sola, solo una
Exclusiva, reservada
Para verme en mis detalles.

Eres adorable,
Digna de admirarte
Al preocuparte
De lo que no se ocupa nadie.

Y he afirmado,
Argumentando,
Un hecho indiscutible,
Una premisa irrepetible
De la que parto
Siempre
Para extrañarte:
Eres adorable,
Saradorable eres.

domingo, 5 de junio de 2011

Niña feliz

Vamos a jugar en el parque
Al balón y a los disfraces
Vamos a fingir que somos aire
Y nos vamos volando
Y nos comemos a besos
Sin frío y sin miedo.

Vamos a contar hasta diez
Para escondernos
Mientras yo te escribo historias
Que tú dibujas con los dedos.

Cógeme la mano
Para escalar la montaña
De litera de mi cama
Y tocar al cielo.

Vamos a jugar al parque
Y por la noche
Haremos un fuerte
Entre almohadas y edredones
Donde no pueda entrar nadie.

Me haces sentir
Como una niña
Que nada sabe,
Que siempre ríe y nunca llora.
Niña feliz.

Paseo por mi alma

Hoy paseo por mi alma,
Es un paseo hacia la alhambra
De Granada
Hacia la nada
Del camino que se agrava
Hacia el pesar de la garganta.

Hoy camino por mi alma,
Es un camino hacia el Moncayo
Hacia el patio de mi casa
Hacia la piscina de verano
Hacia la infancia recordada.

Hoy camino por mi alma,
Y entre los pies crujen las ramas
Suena el viento entre el silencio
Del mar de las montañas.

Hoy paseo por mi alma
De primavera,
De nada llena,
De ilusión de niña,
Y de poeta.

Hoy paseo por mi alma
Mi alma teñida
De ti, de tus miradas.
Y cogemos fuerte con las manos
el agua que cae de una cascada
siempre que nos decimos
lo que no hemos dicho con palabras.

Ha de mejorar el tiempo

Ha de mejorar el tiempo,
como todo lo que tiende
a bajar si sube en el momento.
Ha de mejorar el tiempo.

Y con el sol de primavera
vendrá el calor del verano,
la borrachera
indolora de la yaga,
la curación entera
de la herida y del raspazo.

Ha de mejorar el tiempo
para que se acabe el llanto.

Y llegará con junio tu falda graciosa,
con julio el agua de los labios que mojan,
con agosto la sonrisa de la siesta calurosa...
Y se acabará
y hará que te marchaste un año,
y vendrá otra huida
con la huida del verano.

Si no ha de mejorar el tiempo
que nos lleve el viento
al mar, dentro de una caracola
para besar tu boca
siempre que lo implora.
-Descríbeme su alma
-Es un río
de plata y de nada,
de las cosas que se paran,
de palabras que no avanzan.
-¿Y qué dice?
-Dicé adiós,
dice adiós con la mirada.

Poema del absurdo

Al viento de tu mirada
yo le digo siempre adiós.
En la orilla canta
una niña esta canción.

Al calor de tus palabras
ha nacido ese perdón
que alimentas con alhajas
y que pierde su valor.

A tus gestos del absurdo,
a tu amor que ya no busco,
al olor de tus bostezos
a esa voz que ya aborrezco,
yo le escribo sin motivo,
yo dedico sin razón,
estas líneas, estos versos...
porque no hay nadie más absurdo que yo.

sábado, 4 de junio de 2011

Para que no llueva

Si llueve entre tus labios
Secaré con los míos
Las lágrimas que los rozaron.
Si llueve entre peldaños,
Si llueve en la herida,
En tu hacerte daño,
Secaré contigo el llanto.
Y si llueve mucho,
Y si llueve tanto,
Que no puedas aplacarlo,
Yo te sirvo de abrigo,
Yo te guardo del frío,
Yo te busco
Y yo te salvo.

Si me lo pides
Voy a buscarte
Donde tú estés,
Y con silencio en nuestra huida
Muy deprisa, más deprisa
Recogemos la lluvia a nuestros pies
Y nos vamos… casi sin querer.