lunes, 20 de junio de 2011

No hay calor

No hay calor.
Solo hay
un ambiente denso,
pegajoso, intenso
que se adhiere
a tus ojos.
Que me enreden
tus dos rojos
labios, que se queden
encendidas
los colores
tus mejillas.

No hay calor,
solo hay
dos
cuerpos y una cama,
tres alientos
y dos almas.

Tampoco hay luz.

Solo hay
un halo de fuego
que brota en tu pecho
y sube en ascensor
a mis manos y a mis dedos,
que juega alrededor.

No hay calor,
¡ay!
No hay calor.

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