Algo tengo que hacer con el trueno
la manzana ávida
se despereza a trompicones
y la angustia me invade
como un lirio quemado
dentro de mi sexo.
Hay promesas que están hechas
de un arte especial
para no cumplirlas.
Quiero escapar de este cuerpo podrido.
La lluvia me atraviesa la piel
cuánto
sufro
cuánto
sufro
Y de nuevo
intento refugiarme
trato de apresarlo entre los dedos
gesto inútil:
de nuevo el trueno.
La urgencia me desangra.
He de construir mi refugio
porque sino, dentro de seis días,
solo seré aire irrespirable.
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