domingo, 29 de septiembre de 2013

No he sabido cómo hacer.
Tal vez las palabras no hablan
pero esas pecas dibujan un camino inconfundible
y lo sigo imperturbable hasta ti.

Las alas se escaparon de la jaula.
Te crees nacer.
Te crees renacer entre mis piernas

El sol amaneció ensangrentado en primavera:
ya caen las hojas de mis manos de poeta.

Explótame dentro
como si yo fuese un corazón hecho de agua
y tú
el fuego más intenso
y tú
mi león en la sabana
ovillado entre mi sábana

Y tú
cancerbera del alma
desplaza mis tristezas
como espuma por la arena
como danza entre la niebla
como bruma, como pluma, como tierra.

Y tú
valiente compañera
guíame por la batalla
cuando las dudas me ciegan

Y tú
dormilona encantadora
descubre cómo mi ternura,
al hallar mi piel
mezclada con tu piel
desnuda
justo antes del amanecer,

los ojos, el cuerpo y las entrañas me inunda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario