Es difícil dividir la nostalgia
y repartirla
para no comerla toda de una vez.
Dejarse llevar
por el sonido hueco del recuerdo.
Requiere valentía
mirar a la cara a tu vida
cambiarla
y volverla a crear.
Hacer el amor con las palabras para que sanen sus heridas.
Es difícil comprender
cuando es el daño el que se ha explicado.
Pero cuando muere el día nos damos cuenta
de todo lo que somos capaces de hacer.
Construir:
amarse vulnerable y reinventarse con pasión.
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