Admiro esa facilidad, ese don que tienes. Esa idea innata que en ti reside, que en ti se queda, que solo en ti existe.
Haces que todo funcione. Y así consigues que se alarguen las horas junto a tu respiración calmada, que sigue el compás de la que es mía, y las penas se me acortan en pequeñas dulces bocanadas. Haces que me mueva y que respire. Que hable, que sonría, que mire con esa mirada inconfundible de quien siempre tiene la palabra. Palabra inspirada por tus manos claras.
Eres piedra que salva.
Haces que todo funcione, y en ese funcionar yo entiendo tus palpitaciones. Me sientes cuando me quieres, y me quieres de dos formas al formar lo que funciona porque tú haces que todo funcione.
Y le das sentido a todo.
Y yo voy queriéndote más.
Voy queriendo todo tanto…
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