Te he estado esperando
entre vida y llanto eterno
en el umbral
donde empiezan los sueños.
He estado esperando
volver a ese lugar
donde se detiene el tiempo.
Y hay
un gato negro arrellanado
en el sofá
con ojos grandes,
ojos eternos,
que mueve la cola
a ritmo de vida,
a ritmo de péndulo
pausado, sin prisa
como tu boca,
como tus gestos.
Te he echado de menos.
Mucho de menos.
Tanto.
Te he estado esperando.
Esperar como he esperado
que tus manos me volviesen a tocar,
que el aliento que te envuelve
me diese vida al respirar.
Y despertar
sabiendo que de todas las verdades
solo existe una,
y es que quiero estar.
He echado de menos
el momento de abrazarte
sabiendo que no iba a soltarte más.
Quiero estar, siempre quiero.
Siempre quiero estar contigo.
Siempre quiero. Estar siempre
Siempre voy a estar
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