jueves, 7 de enero de 2010

Una parte de

Hay una parte de ti
en la que quiero estar siempre.

Tus ojos me traspasan,
y me van llenando el alma.
Cada mirada es una lágrima curada.
Cada destello de pupilas
es un camino de rosas
hasta la vida clara.

Tu boca a mi me guía hasta perderme,
y me surge de repente
esa urgencia de besarla.
Esa prisa que pisas,
que nunca se acaba.

Tus labios se curvan si chocan con los míos,
y yo intento cuanto puedo
alargar esa sonrisa desprovista de miedo.

Tu voz velada me conmueve,
porque desprende
ese olor tuyo
que sabe a vida,
a calma clara

Tus gestos y tus manos.
Yo lo doy todo
por tan solo mirarlos.
Y si traspaso
la barrera de distancia,
si me dejas,
yo enlazo tus dedos plata
con los míos vanos

Pero hay una parte de ti,
una parte que me encanta.
Una en la que quiero estar siempre,
que adoptaría por casa.
Y está situada
justo
en el extremo de tu cara;
En tu tez de hada.
En tu piel blanca.

Es una parcela tan pequeña
que nadie más que yo llega a alcanzarla,
y me gusta acariciarla,
sabiendo que soy única dueña de ese área.

Hay una parte de ti
en la que quiero estar siempre.
Hay una parte que me encanta

De tu piel blanca,
De tu tez de hada…

De tu cara clara

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