Se condensa y al fin estalla.
Lo sabíamos
todo se destruye
ante nuestra incredulidad.
Inocentes.
Los pájaros siempre nos han volado
por encima de las cabezas.
Es por este lugar
es por esta sed de lugar
de seguridad
pero de pronto le salen brazos
y la cuerda no sostiene
la cuerda ahoga.
Quiero volar como un pájaro herido.
Que me curen las palabras
que me hablen
sumida en mi pequeña catarsis.
Nuestra proximidad
se mide en ausencias.
Dónde lamer mis heridas
de unas alas nunca desplegadas.
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