Al final pudo con nosotras
y tu agua se secó
y mi sangre se convirtió
en cubitos de hielo por las venas.
Al final pudo con nosotras
y tus dientes me mordieron
y mis sentimientos te abrasaron el corazón.
Te he quemado y te he vencido
en un campo desolado yermo muerto.
En la maleza de los sueños terrestres
me has hundido hasta ahogarme, lentamente.
Nos quisimos entre bastidores
y al final
dejamos de hablar de poesía
para interpretar un papel de teatro.
Nos ha matado,
nuestro argumento devastador,
nos ha matado.
Y yo escribí
“por favor, que no nos mate”
Pero ha podido con nosotras
el abismo de lo innombrable.
Como desconocidas que ya ni siquiera se miran.
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