Los signos de tristeza incandescente
te desdibujan en las comisuras.
He memorizado cada pedazo de tu rostro a oscuras.
Mi piel ondea en el horizonte
intentando ser un faro para ti
donde llegar a tierra sin tocar fondo.
Pero el mar de tus entrañas se agita de nuevo.
Te sumerges en ti,
solo quieres salir.
Recojo poco a poco con mis manos
tus signos de tristeza incandescente.
En mi lengua lo callado de las cosas.
En mi cuerpo las caricias imposibles.
Has pensado en volver y entonces
se abre un camino destrozado de amapolas,
incendiado de delirios,
devastado de prejuicios.
Si pudieses escapar de este silencio pegajoso
que te inunda las entrañas y te mata
lentamente, poco a poco,
desplegarías tus alas
alzando el vuelo en busca de tus labios
para estirarlos, y estirarlos
en una sonrisa eterna que alumbrase la vida.
Mis ojos movedizos
no dejarán de atender a las palabras sin nombre
que esconden
tus gestos enroscados.
Me estás quemando el corazón.
un poema realmente bueno tiene que tener un título que enganche ( el de Mirada misteriosa.......es genial) y un verso final que no se olvide (Me estás.......es rotundo!) El poema me ha gustado mucho. Escribes muy bien y recitas (ayer, te estuve viendo) de una forma encantadora. Un saludo
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