Las excusas no son determinables.
Ahora tu voluptuosidad me habla
Tapada tan solo por un velo
Que se desliza por tus piernas.
Déjame morder tu sexo,
Delimitar lo que es eterno,
Extender lo perecedero
Y hacer el amor con las palabras
Y volverle la espalda a los cuerpos
Que estoy enamorada del silencio.
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