Recuerdo mucho tus manos.
Eran blancas y jóvenes
Como tu nombre.
Ahora están marcadas
Por el esfuerzo y el daño
Ya no son suaves porque saben.
Recuerdo aun así tus manos
No como ahora, como antes
Se deslizaban, vagando por el éter
Y solo a veces bajaban a verme.
Yo las contemplaba desde lo bajo,
Las veía muy grandes
Ellas a mi muy pequeña
Solo tenía tres años.
Ahora tengo algunos más
Tú tienes unos menos.
Que vuelvan tus manos delicadas
A dibujar atardeceres en el cielo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario