Deseo repentino, imperturbable, agudizado
de ser yo delante de un espejo opaco
me miran los ojos de mi yo ausente
de mi yo bastante y corrompido
esa existencia ajena a mi presencia incauta
impacta lentamente el tiempo en mi rostro impenetrable
no hay arrugas y mis facciones retroceden
pero se van cansando
se van agotando de una vida ante el espejo
ahora el espejo está roto
pero eso es mentira
desear que no lo fuera
que toda la verdad del mundo se contuviese en estos ojos
¿para qué?
para volverme loca
para renunciar a la racionalidad imperecedera del momento en tiempo
¡filosofía irracional!
y ahora un deseo repentino infecto de amor propio
al final sí tengo orgullo
al final es ése veneno que me hace siempre perderlo todo
quedarme a solas
quedarme sola
conmigo misma
con mi reflejo
no me soporto cuando pueden verme con los ojos abiertos
pero lo anhelo.
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