martes, 6 de noviembre de 2012

Sobre el Tribunal


Igual es hoy un día para pensar: como todos los días. Pero hacer una reconstrucción de toda la deconstrucción ontológica sería... no, no sería nada. No se ha realizado una deconstrucción más allá del ámbito teórico. Mi ontología actual es que si beso a mi pareja en público, me miran, y a veces, me fulminan.
Los avances legales, las luchas ganadas con todas las muertes causadas por la enfermedad de la homofobia que hay detrás, son el aliento y la fuerza de seguir la lucha, nunca su meta, nunca su objetivo. Nadie ha marcado un fin en sí mismo.

Igual es hoy un día para felicitarnos: sí. Por la lucha. A las activistas. A colectivos. Y a cada existencia, a cada subjetividad abyecta que se des-vive cada día por intentar sobre-vivir a la estructura heterosexista, el patriarcado, la heteronorma.

Ya sabemos de qué va nuestra vida. Nosotras sabemos quién es el enemigo. Por qué luchamos. No luchamos por casarnos. Ni siquiera, en algunos casos como el mío, por reproducir un esquema heterosexual, un modelo de vida. Luchamos por vivir.
Hoy podemos casarnos: pero no nos dejan respirar.

Igual hoy es un día, al final, como todos los demás: pre-tolerar los discursos, deconstruir el pensamiento dominante, ir a los márgenes, encontrar no-lugares. Desnaturalizar lo naturalizado por la cultura. Decir sí quiero.

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