Te sangran las cicatrices en el espejo quemado
creías que ya no
creías que eran marrones
y estaban secas
pero tienen ese olor putrefacto de todo lo que está muerto
mirar a los ojos a la mayor miseria del mundo
tú,
interminablemente tú,
danzando penosamente por la vida sin saber defenderte.
Te desenvuelves por los días peor que un rollo de papel
puedes hablar de lo más bajo
de lo más sucio
de lo más devastado.
Estás acabada inmensamente bajo tu hoja de cuerpo quemado
bajo tu rabia contenida en hachazos de bolígrafo infectados
y no puedes volver
no puedes morderte a ti misma
aunque te arrancarías la piel a tiras
muy finas.
Retuerces indefectiblemente la mandíbula
hacia un lado
recrearse eternamente en el árbol cubierto de hielo macizo
no tienes ni puta idea de lo que es la vida
no encuentras la verdad porque no vas a buscarla nunca
nadie tiene ni puta idea de lo que es la vida
pero estamos viviendo.
Te reconcome un remordimiento lejano
muy lejano
el cansancio se acumula en las ojeras
y no puedes volver ni puedes ser nada de estas cosas
un Insignificante se extiende como tu única existencia
maldita.
Siempre has estado carcomida y gastada.
Pintar el reflejo por hacer el paripé
por seguir con tu farsa decadente
teatralizando tu Ser hasta no ser nunca la misma entidad
reinventar tu Ser hasta no quedarte un hasta donde.
Puedes volver los ojos hacia ti misma
y encontrarme
en una esquina tan pequeña
que ni siquiera existo
donde me das pena.
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