Me cuesta cada vez más pensar en devorarme.
Poco a poco todo va sonando a lo idéntico.
Por qué este silencio fantasma
Esta incapacidad de palabras
Este bloqueo inmundo que se instala
Por ya demasiado tiempo
Aquí en mi cuerpo
Si yo solo quería lamerme a mi misma
Si yo solo quería arrancarme la piel
Y gritar
Y aullar desconsoladamente todas mis heridas
Si yo solo quería echarme fuego por encima
Beberme el veneno de la vida
Y tragar
Y engullir la ceniza que quedase del fracaso.
Me cuesta cada vez más pensar en devorarme
En devastarme entre palabras
Jugar con mi cuerpo como si fuese un poema
Deformar mi rostro como en un espejo
Jugar con mi vida
Arriesgar con mi alma
Estirarla hasta romperla
Rasgarla
Por qué este silencio insostenible alrededor de mis
palabras.
No lo soporto.
El poeta se ríe de mi cuento informe
De mi poema inerte
de mi amor deforme
y estás lejos
como el mosquito y la
nada
y estoy tan cerca del origen
tan próxima a mi centro
que me desintegro entre lo negro de la noche
que me desmiembro en lo azul de mis párpados
si yo pudiese
rozaría con mis manos las palabras
hasta deshacerme en un cuento placentero
que me meciese por la vida en cada verso
que me aliviase mi desencanto y mi tormento
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