viernes, 5 de junio de 2015

Suicidio literario



Un golpe seco,
tumbado entre las piedras.
El aliento entrecortado
es un ritmo lento y discontinuo
que acompaña el caminar del río.

Voy estirando los dedos
como si quisiese acariciar todo el lenguaje
puliendo las esquinas de las uves.

Yo no quería no sabía
no pude ver la zarza
y el resultado fue mortal:

el leve movimiento de una hoja
me puso del revés

ese gesto inadvertido
que augura un desastre
en un transporte público

el ruido de una bolsa rasgándose
imperceptible
anunciando
el desbordamiento total.

Un golpe seco,
tumbado entre las piedras.
Lo imprevisible
agotando los recursos.

Mi suicidio literario.

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