Me guardo el corazón
para el lenguaje.
Vaciar las palabras de su contenido,
llenarlas de sentido velado,
de calor opaco.
Me guardo el corazón
para cuando estoy, solo
con quien no he sido.
La oportunidad me perseguirá
como el pliegue del mundo
que no se da.
Como el tren perdido,
como la gota caída
extraviada
de toda lluvia.
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