Tras el lienzo extraigo solo el negro,
que se quede el pincel y sus pelos
grabados para siempre en él
recordando lo humano del genio.
La vida es infeliz
como la pintura bajo el agua,
como la tinta entre saliva
como las palabras ebrias de silencio
como las miradas ciegas.
¡Que te habla lo humano del genio!
Del sueño a despertar
tu ternura va llegando
y olvidando
que tu mano recorría mi disfraz
sin preguntarlo.
Ah, pero esa mano
de hierro ya,
de hielo ya
no se mueve, no hace caso
y voy detrás,
y voy detrás,
saltaré tras el cristal.
Una caída muy rápida
como salida
de esta vida infeliz,
infeliz vida.
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