He vuelto a la casa fría y húmeda del lenguaje
me recorre la lengua entre los dientes
contemplo mi alrededor
como un espacio familiar desconocido
hay algo distinto
han movido algún mueble.
He vuelto a la casa del lenguaje donde se escapa el tejado
las palabras se liberan en una danza voluptuosa que me consume
el poeta está encerrado en la libertad sin nombre
el poeta es esclavo de las palabras que lloran
¡deséchalas todas!
el poeta se queda con las que resuenan en este espacio
las que producen eco en lo más profundo de su alma.
Yo he vuelto sola por el camino de los ojos pesados
de la sal de labios mojados
el sendero indescriptible que separa el mundo de aquí
el universo de aquí
a ti de aquí
abriendo una brecha insalvable entre mi realidad y lo que hay
-pero no hay nada.
He vuelto a la casa del lenguaje
de la que nací cubierta de gelatinosos versos que no se conectan
y ahora trato de trazar coherencia
a mi vida y a mis palabras
a la flor aquí marchita
a una tarde de domingo
al mismo tiempo detenido
¡a todo!
quiero trazar una línea
pero me desvío por las curvas
y no aguanto más este silencio de las palabras fantasma
si es una casa quizá no es mi casa
si es un espacio quizá ya no hay trampas.
Solo devenir en verso para volver a construirme
solo ansiar que ya hayas vuelto cuando la oscuridad me deslumbre
solo desear que estés aquí y espantes el miedo
escaparnos sin quererlo de esta casa,
dejarla vacía.
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