sábado, 11 de mayo de 2013

Me hierves mucho

Me hierves aquí dentro.

Similar a un asalto a las palabras
consumes en mi Ser todo el azul desteñido
y yo grito justo antes de caer al suelo

a veces se me olvida que se olvida.

Me hierves aquí dentro
como una semilla recientemente descubierta
y no lo puedes entender
porque estás fuera

y yo no sé decirlo
porque soy poeta

pero me encantaría que sepas
que si no me hirvieses estaría ciega y sentada
abatida en este pedazo de vida que me ha tocado
negándome a jugar

yo no sé decirlo porque las palabras me odian

pero ojalá algún día supieras
que todo es nada hasta que regresas.

Que igual he estado tan nublada
ha habido tan poca luz
me he atardecido en el invierno helado
que no te he visto regresar.

Pero me hierves aquí dentro
y tu olor se me pega en la piel como tu piel
y hay besos que me llevan lejos de todo y cerca de ti

soy una niña abandonada y muerta de frío
se me ha colado entre los huesos y el corazón
se me han gastado las ideas y las fuerzas

el mundo es tan cruel que no quiero salir de tus piernas

pero no me arranques del césped todavía
no me cuelgues todavía de las patas traseras

quiero volver a proyectarme en tu Ser
ese que se expande, ese
que es una extensión eterna de luz sincera

y morirme de calor en tu espalda de pecas
y espantar el frío.

Refúgiame del mundo,
solo hoy,
dame cobijo

desnúdame y reinvéntame como solo tú sabes
hacer conmigo

para salir mañana, de la mano, del escondite.

Nunca dejes de hervirme.


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