He quemado las naves
Y ya no puedes volver.
He cerrado el camino
Con rocas
con llaves la puerta,
con viento el silencio,
con valor los recuerdos,
con tiempo la herida.
He quemado las naves
Para taparme
Con el humo que desprenden
Y ya no puedas verme,
No recuerdes recordarme.
He quemado las naves
Para que no me busques,
Para que no volvamos,
Para no extrañarte.
Y no te grito ya,
Ni rebusco por las noches,
Ni te quiero para siempre.
Ni corto ya siquiera
Los árboles madera
para construirme un bote salvavidas
que me lleve a las cenizas,
a la simple y pobre exhalación que queda
de nosotras mismas.
Ni nuevas naves,
Ni un barco pirata, ni el Titanic
Harán que vuelva a admirar tus sonrisas.
He quemado las naves
Para olvidarte.
Tú has ardido,
Y ya te olvido,
Como fuego incombustible.
Porque soy el Sol inagotable,
Sol brillante soy
Soy brillante, Sol.
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