Del tiempo solo sé
que lo paro cuando quiero,
si te miro lo detengo,
si estás lejos lo acelero.
Del tiempo solo sé
que inspira algo de miedo,
pasa rápido al no verlo
y aflora en su tic- tac el desconsuelo.
El tiempo eterno
marca un límite a lo nuestro,
a nuestros besos,
al espacio de tus manos y mis dedos,
la distancia de mis labios y tu cuerpo.
Madrugada velada,
las horas que pasan.
Mayo se cubre
con nuestras sábanas blancas.
El tiempo
se desliza
en tu cuerpo
de ceniza.
No amanece del todo,
ni del todo oscurece.
Haré del tiempo un infinito
hasta que llegue septiembre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario