El blanco invierno se quebró.
Mudaron las hojas
De los árboles altos
y el bajo azul,
crepitar inquieto,
se tiñó de cielo.
Flotó el infierno en derredor
Helando el rostro
Del corazón incierto.
Silencio.
Decidiste que te ibas,
Pero no te dije adiós.
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