Eres como esa razón
Que no sabe explicarse,
pero está.
Para la que no hay palabras,
Ni versos,
Ni imágenes.
Ni principio, ni final.
Eres como ese día de playa
Que empieza a clarear
Como el viento de las olas
Como el aire de la mar.
Eres finos dedos que acarician
La arena, que hunden la hierba
Suavemente, sin compás.
Eres un susurro que se escapa
Entre tu voz dulce
Y mis frases de disfraz.
Eres esa calma que aparece
Siempre antes de la tempestad
Y la reduces
Y la extingues
Y te la llevas
Y no vuelve,
Y no vuelve jamás.
Eres esa única parte de mi vida
Que no duele
Y que no piensa nunca en marchitar.
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