Ya han subido aquel gran telón dorado.
Empieza mi ficción.
Empieza la función ante público como monstruo
que me devora los ojos
me mutila con su risa.
Mis manos,
mi cuerpo,
atados con hilo brillante.
No soy dueña de mí.
Mi marioneta será siempre mi cárcel.
Lo dice todo por mí.
Y así huyo del sol y las palabras
de la vida y de la sangre
del sexo y de la lágrima
así reviento amaneceres en cristales
así vomito mi Ser ahogado por los aires
así repugno mi incongruencia gastada
Así mis planes extremos,
mis cartas de suicidio.
Así contemplo la vida,
¡mirad!
¡ahí va la vida...!
...Y la vida pasa
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