lunes, 1 de abril de 2013

Y la palabra brotó cuando hablé con una piedra


Ahora que todo es falso y el dolor ciego.
Ahora que la luz se alza
mis ojos no se han cerrado
el sueño de esta noche,
que es hijo mío,
me ha nacido muerto…

Ahora y solo ahora
cuando el cansancio me ronda la cabeza
vienen las palabras
que no han venido en mucho tiempo:

cuando solo necesito desterrarlas


Pero no me atrevo.


Ahora que todo es algo y nada es cierto
me propongo un trato con el silencio

-No vengas, jamás, de nuevo

Y acudirán a tus labios
los versos de súplica
que alguna vez escribí para mi misma.

Y se tornará ese lenguaje
siempre sabido de nada
nunca cerrado del todo
como una piedra que quieres extraer
como de una herida la bala
y la sal.

¡Cóseme!

Puedes coserme y cogerme
de forma argentina
hasta que mis labios
empezasen en sí mismo a remorderse.

Y yo podría, simplemente, volver


pero sabes bien que no lo haría.


Yo ya he odiado mucho mi silencio
y estas palabras
me quitan el sueño y me queman de alivio


Y estas palabras


Serán siempre mi nombre,

Mi tumba,

Mi gran auxilio.

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