jueves, 6 de junio de 2013

Sin ojos

Cuando cierre los ojos
y me derrita en mi invierno
el vaho de la ventana te hablará

pero ya estaré muy lejos.

Has vuelto a hablar en sueños.

Habrá una carretera
llena de todo lo que no vuelve
una guitarra rota amontonada
entre todos los versos que duelen

cuando cierre los ojos
y me derrita en mi enero
no podré inventarte

no habrá quien me salve.

Esperaré a la luna
noche tras noche
agotada y sin párpados
con frío y sin piel
bajo la que poder resguardarme

tiraré uno a uno los peldaños
de una vida en escalera
demasiado torcida y nunca
lo suficientemente larga.

Cuando cierre los ojos
y me derrita en mi invierno
me arrepentiré, por fin, de todo

de cada minuto invertido en el agua
de cada pedazo de aliento
de cada palabra

inventada sin ganas

de cada poema

brotado de rabia.

Mi cuerpo parado bajo la lluvia
va a empezar a temblar
de un miedo incontenible

no puedo dibujarte detrás
de estas manos empañadas
perdidas en un desamparo
más parecido a un recuerdo
que pertenece a aquel extraño

el de la gorra y la calva

el que voló con el viento

aquel que escapa entre las nubes

estallando entre las montañas.

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