miércoles, 2 de octubre de 2013

Noche y poema

Escucho.
Es el silencio irrefutable.
Espera.
Cierra los ojos

ya empieza a crujir la saliva debajo de mi lengua.

Te frotarás los ojos con los dedos
en un intento de borrar tu memoria
pero solo podrás
llorar
a lágrima viva

llorar como una fuente natural acompañada
del rumor charlatán de un riachuelo espontáneo.

Escucho.
Es la ausencia incontestable.
Un fuego te hiela los dientes

lo sabes, tú, la ausente

entre todos mis yos este es el peor de todos
el que guarda la rabia y la asfixia
el que huele a celda

la poeta entorna los ojos y los vuelve hacia dentro

¡y si empiezo por mirarme es para ahogarme!

entre el mundo lo eterno y yo
hay un campo intrazable de aguijones
un sendero dibujado en lo invisible

la mano sonámbula me llama
el fulgor indestructible

valiente comienzo el amor por mi sombra.

Escucho.
Es el latido imposible.

Es mi corazón que ya no existe.

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