El silencio me ha sobrevenido
tan cierto y cruel
que me ha arrancado la piel poco a poco.
Pidiendo información.
Suplicando que lo rompiese,
que lo quebrara.
Nada.
No he podido hacer nada.
He augurado una noche tan larga
que los ojos se quedarían ciegos
y las montañas suplicarían la nueve
y las nubes implorarían el agua.
El sol escalaría en esos árboles,
entre sus ramas.
He congelado mi corazón,
ahora está en llamas.
Tejo lentamente sus cortinas
estos visillos que lo tapan.
He jurado guerra eterna en el amor.
La soledad es una forma cruel de venganza.
la ausencia es extraña y larga
la tortura es brutal.
Siento mi garganta desencajándose
me he quedado sin voz
ya no tengo palabras
soy el ridículo absoluto del poeta
soy un intento fallido
soy eso que quiere y no llega.
Escribo bajo una luz más triste que mis ojos.
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