Tú ya no eres tú.
Tú ya eres otra
Que se posa
Lentamente
En su vaivén
Como piedras de ajedrez
Calculando el movimiento
Que habrás de hacer esta vez.
Ninguno,
Ninguno tal vez.
Tú ya no eres tú,
Y en tus ojos no encuentro
Lo que no busco,
Y en tus labios no anhelo
Lo que no espero,
Y entre nosotras no existe
Lo que poco a poco destruyendo fuiste.
Tú ya no eres tú
Pero te pareces
Tanto
Te pareces
A esa A que yo solía querer,
A la que quería prometer
El mundo
Que sostenía entre mis manos
Y un pasado borrado
Y un futuro temblando.
Te pareces tanto,
Te pareces
A esa A que me gustaba salvar,
Que necesitaba al dormir,
Que ansiaba cuidar,
A la que quería escribir.
Cuánto, cuánto
Te pareces a A,
A mi A,
A esa A que se rendía pronto
Pero volvía,
Que se asustaba, que me temía
Pero volvía,
Que me lloraba,
Que me añoraba,
Y que acudía
Siempre
A mis caricias.
Tú ya no eres tú
Pero tienes el mismo rostro que A
Esos ojos
Podría yo reconocerlos
Aunque esta calle que ya amanece
Antes llena, abarrotada de gente
De pronto se disolviese.
Y tienes los mismos labios,
Y el mismo gesto en sus comisuras,
Y la misma forma de andar,
Y de aterrarte,
De impresionarte
Y de morirte
Ante una situación insostenible.
Tienes la misma huida en las manos,
Y el mismo tacto,
Y el mismo olor que ya no huelo,
Y el mismo sabor que ya no aprecio.
Tú ya no eres tú,
Pero cuánto
Te pareces, cuánto
Te pareces a mi A.
Y no lo eres,
Ya no lo eres.
No te conozco,
Tú no me quieres.
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