lunes, 11 de julio de 2011

La huida

Cielos decid, decidme, decid.
He corrido hacia atrás
Y he recordado el futuro
Y me he visto, decid, me he visto
Con dulces ojos, cuerpo triste
Pelo rubio, rojos diste
A morder los labios que quisiste.

Cielos decid, decidme, decid.
Cuánto más dolor
Cuántas más
Escenas
Que no se pueden soportar
Cuántos, cuántos más recuerdos
Puede almacenar
Un alma agotada, un cuerpo sin vida
Un rostro cansado, un aliento de trizas.

Si pudiese,
Si pudiese simplemente
Huir.

Oh, la huida
La huida, sí
La huida se torna
Como el eterno recorrido
Hacia delante en el camino
Sin saber ya
Quién eres en ti mismo.
La huida, yo quiero
Yo quiero la huida
Que deja sin aliento
Que vuela el mar y corta el viento
Yo quiero,
Yo quiero salir
De esta cabeza, de este cuerpo
De esta lengua, de este infierno.
Yo quiero llenar los ojos
De brillo de esperpento,
Y abastecer
Esa boca que ya es mía
De amanecer
De fuego y atardecer de lluvia
De dolor. Lo siento.

Cielos decid, decidme, decid.
Por qué vuela hoy el pájaro
Fuerte y lento
Hacia los confines del mundo, hacia el centro
Del firmamento claro eterno.
Por qué, por qué cielos, por qué
Sigue este sentimiento
Anclado entre los párpados
Que ya pesan, entre el silencio
Que enmudece, entre el sonido
Que ya entiende el sentido
Del que aprende, y el que debe
Su dolor, su sufrimiento
Para pagar
Otros, muchos otros
Sentimientos mayores
Que le crecen
En las entrañas
Y le muerden
Las palabras.

Si pudiese,
Si pudiese simplemente
Huir.

Oh, la huida, la huida
Muy lejos de este aspecto podrido
Y de este espíritu marchito.
Se atrofia el candente instante
Superfluo del encuentro
Corrompido por sus besos,
Y su tacto,
Y su mano en mi mano
Y mi mano en su brazo
Y su brazo en mi regazo.

Basta, silencio, silencio.

Cielos decid, decidme, decid.
Por qué se cae esa hoja
Del árbol que se posa
En sentido contrario al natural.
Por qué en verano
Aparece el frío
Tan de pronto, como abismo
Que se inserta, aquí,
Muy cerca de mí
Y me congela, y me destroza
Y en las heridas ¡crecen sal!
De las lágrimas que estos ojos
Ya lloran, ya derraman
Sin hallar nunca su final.

Si pudiese,
Si pudiese simplemente
Huir.

Tal vez sí.
Escapando de esta habitación
Que se posa entre mi cuerpo,
Que se colma de recuerdos
Que me ahogan, que me ensanchan
Un poco más el miedo
Y que me estrechan
Las paredes y el aire. Que se enreden
Entre mis dedos las llaves
Para salir de este escondite,
De este recoveco que jamás elegí,
Que nunca elegiste,
Y que me lleve el viento
Y el cielo, y el mar
Y la amapola, y la rosa, y la brisa
Y la estrella, y la calma, y la risa
Y el sonido, y el aumento del perfecto
Movimiento de vaivén
De un simple hermoso tren
Que me aleje,
Que me salve,
Que se lleve
Esos andares
De sus dedos
Por mí,
De sus labios
Por mí,
De sus manos,
Por mí.

Si pudiese,
Si pudiese simplemente
Huir.

1 comentario:

  1. Huye pero encuentra a la silueta del final del camino, que te espera en la llanura donde no existe el abismo, donde el viento alienta al alma y sopla versos compartidos, donde el frío se derrite al roce del abrazo amigo, que es el mío.

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