domingo, 11 de septiembre de 2011

Vas conociendo lo más oscuro de mí

Vas conociendo lo peor de mí, lo más oscuro de mí, lo más extraño. Lo enajenado. Lo que me enajena y me da razón de vivir. Vas conociendo lo más oscuro de mí.
Me has dado la cura, la clave, para esta enfermedad sin nombre. Me has curado las heridas, los daños, el pasado, lo has borrado, lo has borrado. Y la ilusión me la devuelves, y lo malo lo disuelves, y hasta lo bueno, hasta lo más bueno aun lo engrandeces.
Pero todo tiende a volver, de una forma inexplicable, a su origen. Como un círculo, como un bucle, y al llegar al principio es como no haber avanzado, como no haberse movido del sitio. Y es frustrante. Y desgarrador. Y mortal, es mortal muchas veces.
Por eso aquí estoy de nuevo, en mi oscuridad aterradora, en el silencio de las palabras escritas, en el vacío de los poetas, en la soledad que necesito. La necesito y me condena. Es condición de posibilidad de mi existencia, y es inevitable motivo teleológico de mi lenta muerte negra. Y tú, mi amor, mi amada, mi única y eterna construcción de subjetividades buenas, estás tan lejos, estás tan lejos… y no llegas a tiempo. Te lo pediré mil veces, pero no podrás salvarme más de dos. Y te diré, desde el agónico quejido de los últimos momentos, que no vengas aquí, que no te acerques, que no te adentres, que no te metas… tú no te metas en agujeros negros. No te metas a mi agujero negro, a mí. No te metas a mí.
Y aún así lo sentiré al revés, y aún así querré que vengas, como única posibilidad de cambio, como exclusiva esperanza para una vida perdida.
Pero la dejaré pasar, la dejaré viajar, la veré, con un nudo en el alma, tomando un autobús que la lleve lejos, que la lleve al norte, donde no me ve, donde no me salva, donde no la condeno a esta sombra, a mi sombra.
Vas conociendo lo más oscuro de mí.
Tú no te metas en agujeros negros.
Cuando el tiempo se acabe, entonces, solo entonces, podrás venir a buscarme, porque no arrojarás nada a la nada, porque no perderás todo hacia el todo, porque no renunciarás a una luz que se consume en mí, a un fuego que se hiela en mí, en la oscuridad y el hielo, en mí.
Vas conociendo lo más oscuro de mí.
Pero tú no,
Tú no te metas en agujeros negros.
Con lo que yo te quiero…
¿Cómo voy a desear yo eso para ti?
Yo deseo para ti todo lo bueno,
Solo lo bueno,
Aunque sea sin mí.
Pero si crees que puedes salvarme,
Sin condenarte a ti.
Si piensas que ya no soy nadie,
Si piensas
Si piensas tan solo por un minuto
Que hay algo que hacer,
Que no todo se ha perdido todavía,
Que vas a volver,
Dentro de un año,
O de toda una vida,
Yo aguanto por ti
Yo espero por ti,
Y no me venzo,
Y no me muero,
Y no me rindo
Y no me meto
Nunca más
En mi agujero negro.

Pero solo si me salvas,
Pero solo si tú vuelves.

Porque si no vuelves no salgo de mí.

Vas conociendo, conociendo
Vas conociendo lo más oscuro de mí.

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