Yo sé que me quieres
porque al mirarme me bebes
y al responder tu mirada
la sostienes
calmada
y antes no,
antes
la caída de los párpados
colmaba
nuestro silencio de miradas.
Yo sé que me quieres
porque te acercas mucho a mí cuando dormimos
y sé que yo te quiero
porque cuando tú no estás aquí
no puedo dormir
y te escribo.
Echo de menos tu pelo,
tu mano en mi mano,
y nuestras manos sobre el pecho.
Echo de menos tu risa
tu aliento, tu voz y tu brisa.
Tus pecas pequeñas de nariz
y las que forman figuras en tu espalda,
las que trazan caminos en tus brazos
y la que asoma por encima del labio.
Echo de menos la piel de tus dedos,
la de tu rostro.
La forma graciosa de tu boca
y tus grandes ojos.
Tus finas cejas extraño
como me extraño a mí sin tu mano.
Echo de menos tu ropa en el suelo,
en mi cama tu cuerpo,
la ducha sin agua,
tu aliento en mi cuello.
Yo sé que me quieres
porque lo sientes si lees esto,
y sabes que yo te quiero
porque de no hacerlo,
amor,
de yo no hacerlo...
todos tus detalles, ¡no podría saberlos!
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