Está todo lleno y nada me basta.
Tu mirada redentora me colapsa desde la estantería.
Tu fotografía lo gobierna todo,
y lo inunda
haciendo patente tu ausencia,
mi soledad calmosa,
mi amada soledad de muerte.
Está todo lleno pero nada me calma.
Y al llegar, un sonido
y luego frío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario