El dolor se despliega en rabia.
Ahora a la cabeza las promesas,
Ahora al corazón los desengaños.
Quién puede pensar
Que viajar a otro lugar
No es abandono.
Que se quite
La pintura de la cara
Y empiece a borrar
Sus lágrimas.
Voy a comerme hasta la última coartada y a masticar cada minuto de mi tiempo contigo, lo escupiré y nos escupiré como si fuese espuma, como si fuera la sal de un mar que no debió llenarse, y voy a destruir mi yo ya destruido. Eso es la rabia.
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