martes, 7 de febrero de 2012

Al final del día

He cruzado la frontera
de las palabras fantasma
se abren heridas cerradas

y un brillo
tan eterno como un relámpago
amanece en mis ojos
para siempre tuyos.

Cuando acaba el día
y se consumen las nubes
se corre el sol entre el cielo
para dejarle paso al silencio

después de horas compartidas
con la extraña que soy
y contigo
todavía queda tu olor en mi ropa,
tu sonrisa en mi cara
y tus dedos en mi cuerpo

para siempre enamorada de lo eterno de tu nombre.

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