La materia inerte
de un fondo de las cosas superfluo
como la superficie vana de un saludo a distancia
ha ido arrasando todo a su paso
y ahora vienes con esa mirada
que mi mirada provoca por la tuya sola
y empiezas a barrer las cosas devastadas
y empiezas a moverlo todo
como un viento imparable sin remedio
que me lleva al centro, a la verdad
a lo más puro
a tus ojos
cuando sonríen
me vas enseñando que todo se puede
partiendo de la nada más negra que esclareces
en esta noche eterna iluminada por tus gestos
por tus palabras más sabias, por tu esperanza de invierno
me salvas de lo oscuro del tiempo
de la soledad rebasada por excesos
de mí misma, lo que no es bueno
y nos fundimos en palabras mudas bebiéndonos las pupilas.
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