El silencio ha sumido este calor
de un aire de calma de bruma de espuma
quisiera no separarme nunca de estos brazos
ni devolverte nunca los labios
no abandonar tan pronto esta cama de hogar
donde se van tejiendo todas nuestras cosas
hemos construido muchas casas
empezadas por el tejado
algunos escombros mantienen abierta la herida
no se trata de coserla a trazos
solo de no echarle sal
te has cruzado en mi camino justo a tiempo
donde se abría un abismo
ahora estás tú
como lo más valioso que existe
como un fuego interno que provoca el deseo
de prolongarte otra hora, y otro día, y una vida
de todas las compañías, ninguna
una intensidad que arde, un sentimiento que quema
dentro del equilibro que nace
entre tú y yo
mi yo y tu yo
juntos como mirándose al espejo
en esta tarde donde el tiempo se detiene
vamos respirando el mismo aire.
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