jueves, 15 de marzo de 2012

Cristales

A veces, como una intrusa
me desligo de las voces que me escuchan y yo hablo
enmudeciendo mi ser como una roca en el acantilado
crezco de no ser

nadie entiende cuando viene el fantasma
palabras vacías para tapar una herida

mi vida duerme

qué he hecho de mi vida

tal vez cante un pájaro en la madrugada

de momento un borracho al piano se aferra
como si no hubiese mañana
como si no

no existe el cuando en tantos motivos

solo cerrar los ojos para no acabar deshecho

quisiera pensar que la rosa
la piedra, la llave, la lila, la vida

podrían abismarse en tus ojos
si se lo propusiesen

pero unos ojos azules tocaban el órgano
y ahora todo eso ha caído en el olvido

quizá son solo delirios
tal vez
debería empezar a dejar de beber

ese aliento que se agrupa en tu habitación
cuando amo a tu ausente

como sea
no importa

el chasquido del quejido del aullido sinsentido
vuelve una, y otra, y otra vez

joderme la cabeza con fantasmas del pasado

que siempre vuelven en cada decepción ceñida
a mi alma gris hecha de paja y alambre.

Qué agonía de vida,
qué agonía de muerte.

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