He dejado el corazón
allí, en el centro
los lobos aúllan a la mañana herida.
Tan deprisa como la luna
se van las sombras de mi órgano que late
como una bomba que estallará en cualquier instante.
Ahora alguien coge
un cuchillo, con tenedor
y se acerca a él con pasos cortos
mandíbula batiente
El mundo tiene hambre y sed de corazones inocentes.
He dejado el corazón
allí, en el centro
nadie ya se expone de una muerte tan obvia
tan dolorosa:
el tiempo nos ha enseñado a ser solo con nosotros mismos
Y a quien te hace una herida se le responde con un muro.
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