Te he estado buscando entre los dientes afilados del amor.
Entre el llanto venenoso del alma,
en el silencio espeso de la madrugada ausente,
sobre la angustia amarrada a un pecho que sabe.
Te he estado buscando en los lugares más oscuros,
en los sentimientos más sucios.
Y así no.
Entre la flor, y el poema, y la lluvia
entre la risa, y la rosa, y la espuma
en el equilibrio indescriptible de la comunicación latente:
ahí estabas tú.
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