miércoles, 3 de agosto de 2011

Al amor que ya se olvida

Al amor que ya se olvida
Le crece lentamente la hiedra de saliva,
Y exprime ciertamente el jugo de la fruta
Y las uvas de la ira.

Al amor que ya se olvida
Le seca el llanto los cristales
De las catedrales góticas,
Sus rosetones, y sus matorrales.

Al amor que ya se olvida
Le cuesta entrar y siempre a trizas
A la memoria endeble que aniquila
El sabor de los momentos que querría.

Recordar no sabe,
Añorar no puede,
Adorar no entiende
El amor que se olvida y que no vuelve.

Al amor que ya se olvida
Le crecen poco a poco los detalles
De este talle
De amargura
Que se implanta
En sus altares.

Y a saltar la estatua ecuestre va,
A caballo entre simiente
Para que a este campo que estremece
Ardan las hierbas de los arrabales,
Y estas malas lenguas de metales
Incendien la tierra y sequen el cielo
Como si no hubiese dios, ni nubes, ni tormento
Y renazca del marchito genio
El color de las flores en el zenit de tu adentro.

Al amor que ya se olvida
Se le extinguen las caricias.
Pero resurge un amor nuevo
Como el ave fénix de sus cenizas.

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