A orillas de Alicante
He encontrado la infancia
Que creía perdida
Y en mi recuerdo se abre.
A orillas de Alicante
Ha aparecido ese detalle
Que creía vencido
Y me devuelve mi nombre.
Unos ojos marrones
Me miran distantes
Con la tez muy blanca
Manchada de espirales.
Y me enseñan todo
Aquellos ojos,
Y me muestran todo
Aquellos ojos,
Y me sienten dentro
Aquellos ojos
Que yo amo y que no enojo.
Entonces sus manos
Vivaces, de alarde
Se van para siempre,
Se van en mil partes,
Se van hacia el norte
Y me quedo en mi valle.
El reencuentro con esos
Añorados siempre eternos ojos
Se torna distante
Y no son marrones
Y ya son del aire.
Y esas manos han cambiado,
Como ese genio y ese rostro
Y hasta las pecas ya no son iguales.
A orillas de Alicante
He añorado un pequeño
Y marchito pueblo del norte
Que contiene
Sin saberlo
El sentido de Levante.
Y a orillas de Alicante
No encuentro el sentido a sus lugares
Si esos ojos no están
Enseñando a que yo ande.
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