"Y el palpitar suave de la mano amiga"
A. Machado
Me han despertado en un sueño,
no de un sueño,
me han arrancado de mi vigilia
para inyectarme este sopor venenoso
y van apareciendo imágenes de poco en poco
ante mis ojos abiertos
hay sangre, muerte, destrucción
una daga gélida atravesando lo inmortal
una bomba detonando en lo definitivo
ruedan pedazos por el aire
y un fuego muy vivo arrasándolo todo
ese campo de lirios ya devastado
pero apareces de repente en el camino
te desdibujas entre el humo y la bruma
las llamas se perfilan a tu alrededor
la vorágine se acerca para devorarte
los fantasmas se empapan de tu olor
pero tú extiendes
tu mano salvadora
y lanzas una roca firme
a la inundación de mi maleza
una piedra de abrazos
una montaña de besos
que quita los escombros
que apaga este fuego
el que a mi me mata
el que no te quema
y entre los párpados crujientes
y entre las lágrimas caídas
"llegó a mi corazón una caricia."
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