Qué extraña forma tienes de quererle,
si rompes a pedazos toda la luz de su alrededor,
y la dejas sola en lo devastado.
Qué incomprensible lealtad le guardas
si le arrancas de su yo más completo
para no demostrarle nada
¡solo palabras!
Que típico y viejo (des)amor el vuestro,
el más destructivo,
el que os arrasa por dentro.
El que se lleva todo por delante.
A vosotras, a ti, a ella
y a ella conmigo.
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