He viajado en días de revelaciones
por el cuerpo firme de tu mente desnuda
admirando toda cosa que me fuese encontrando
como expresión más lúcida de todo lo bueno del mundo
apareces, no sé aún de dónde,
y me salvas con unos brazos que se han ido haciendo a sí mismos
sonríes con los ojos
me alimentas como la sed
sigo viajando por tus caminos sin rumbo
no sé cómo he llegado
pero todos los senderos se han devastado y solo veo el tuyo.
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