viernes, 13 de enero de 2012

Profundidades

De la mano de quien nunca llama
he vivido días animales

como una serpiente inmunda

fingiendo beber el humo del tabaco espeso
y el líquido del amor oxidado
que no vendrá a mí más,
nunca más

por vez primera.

Del brazo absorto de quien roba todo
he sentido cosas animales

un velo, una llamada en la noche
al contacto herrumbroso de unos besos desagradables

que me alejan de mí
y por eso amo

amo tanto no pensar en mí
como traicionarme conmigo

un hilo, una sed de ebriedad
de dar vueltas

amo lo que no se ha de pensar en un instante

lo lascivo de una piedra abriéndose en el agua.

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